LA TRADICIONAL FIESTA DE SANTA INÉS
La Iglesia Católica Apostólica Romana tiene hermosas tradiciones, una de ellas es la bendición por parte del Papa de los corderos cada 21 de enero en que le son presentados en la fiesta de santa Inés.
Los bellos animales son llevados ante el Obispo de Roma en cestas decoradas. La crianza de estos corderos corresponde a los monjes de la abadía trapense de Tre Fontane, situada en el lugar del martirio del apóstol san Pablo.
Santa Inés es representada con un cordero. Su nombre en latín es Agnes, una variante de agnus, es decir cordero. Este animal es considerado símbolo de pureza e inocencia, recordemos que al mismo Redentor se lo llama el Cordero de Dios.
En la decoración de los corderos predominan las flores y cintas de color rojo y blanco, precisamente por el martirio que sufrió la santa y por su estado de virginidad. Santa Inés es además la patrona de las adolescentes.
La ceremonia papal es breve y tiene muchas veces la impronta circunstancial que le confiere el Pontífice reinante.
Luego de la bendición los corderos son llevados ante las monjas de santa Cecilia, quedando bajo su custodia. Ellas son las encargadas de tejer con la lana esquilada de los corderos el palio que los Señores Arzobispos metropolitanos recibirán y llevarán desde su imposición en la fiesta de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio próximo.
Este palio es el signo de la comunión de los metropolitas con el Sucesor de Pedro.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
Miembro fundador de la Asociación Argentina de Protocolo
@ProfesorGavalda
