ORDENES NACIONALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (I parte)
La Asamblea del Año XIII y posteriormente la Constitución Nacional, no reconocen títulos de nobleza, ni prerrogativas de sangre, pero… condecoraciones hubo siempre en todo el mundo, y el recibirlas obliga a una reciprocidad, especialmente en el ámbito diplomático.
En ese entendimiento en nuestra Argentina se establecieron Órdenes meritocráticas o lo que es lo mismo decir en razón de mérito. Lamentablemente fueron establecidas solo para extranjeros, impidiendo a los connacionales esforzarse cívica y profesionalmente para alcanzarlas. Una verdadera ausencia dentro del derecho premial argentino.
En las letras escritas de su espíritu y constitución – no tanto en la realidad – su otorgamiento no implica honores y obliga a mantener normas de moral y conducta, so pena de exoneración de las mismas.
Existen dos órdenes, que reitero son “para extranjeros civiles o militares que merezcan el reconocimiento de la Nación”. La más significativa es la Orden del Libertador San Martín creada por el Decreto 5000 del Poder Ejecutivo Nacional el 17 de agosto de 1943.
Su insignia es un anillo circular celeste y blanco con las leyendas “Libertador” “San Martín”, cargado de un busto semi perfil izquierdo del prócer. Rodean al anillo 16 grandes rayos rectilíneos de oro, entre los cuales se intercalan 16 flamígeros de lo mismo, más cortos y más finos. En el reverso el Escudo Nacional Argentino. Los eslabones en forma de sol, reproducen el astro rey que figura en la primera moneda argentina acuñada en 1813, por Ley de la Soberana Asamblea Constituyente.
El eslabón central del que pende el cóndor andino, representa el broche de la Divisa al Patriotismo, otorgada por el mismo Libertador a doña María Josefa Arenales en 1822. Los eslabones a ambos lados del broche anterior son fijos y juntamente con los que se encuentran a los lados del signo del infinito, representan nervaduras de hojas y evocan los bordados de hojas del frac militar que el Libertador vistió como Protector del Perú.
El cóndor andino es representado de frente, en actitud de volar, y en sus garras lleva una corona de laureles que sostiene la réplica en miniatura del sable corvo del prócer, desenvainado simbolizando su acción. Los eslabones de laureles, símbolos de dignidad, representan las glorias acreditadas por San Martín.
La insignia que pende de la corona de laureles, representa el sol de la moneda patria con sus dieciséis rayos rectilíneos y otros tantos flamígeros estilizados, logrando así armonía y lucimiento. Los demás grados de esta orden presentan el diseño básico de la insignia del collar, pero sin el cintillo de brillantes.
La cinta de la orden es de color celeste con bordes blancos; de cien milímetros de ancho para la banda de la Gran Cruz y de treinta y cinco milímetros de ancho para los grados de Comendador, Oficial y Caballero.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro.
Presidente del Instituto CAECBA
@ProfesorGavalda
