top of page

EL CEREMONIAL Y EL ARTE DE LA CONVIVENCIA



¿Qué diferencias podríamos encontrar entre los modales de antaño y los de nuestros días?, la respuesta seguramente será: ¡muchas!. En este periodo breve de tiempo se han producido grandes acontecimientos culturales, sociales, políticos, religiosos y económicos. La década de 1980 marcó cambios importantes, entre ellos, la democratización de las expresiones sociales y su protocolo.


La tecnología juega un rol importante en estas expresiones, como también lo hace influyendo en la comunicación de las personas, a tal punto que el concepto de principio de siglo llamado “netiqueta” y que refiere al ceremonial de la red de redes; hay casi no se conozco dado que el protocolo digital, impera en el mundo virtual.


Con esta realidad convivimos; pero aún permanecen cuestiones fundamentales: los hombres somos intrínsecamente seres de relación, necesitamos vivir unos junto a otros, nos necesitamos, nos relacionamos y todo ello deseamos y debemos hacerlo en paz, amable y agradablemente, aunque no siempre lo consigamos. Y dado que de saber bien tratarnos y de saber cómo comportarnos, creamos y aceptamos consuetudinariamente reglas a las bautizamos Normas de Urbanidad.


Es evidente que no estamos solos y que necesitamos de la convivencia. Nuestra vida se desenvuelve codo a codo con los demás hombres: en la familia, en el trabajo, en la calle, con los vecinos, en las relaciones sociales.


Convivimos con personas de muy diversas culturas, formación, temperamento, posición social, credo político, intereses y aficiones. La convivencia se impone por si sola y de nosotros depende su calidad para que las relaciones que de allí surjan sean más humanas. La convivencia es o será abierta, amigable y bien dispuesta si pensamos en los demás.


Ceremonial, es buscar la convivencia; se refiere al entendimiento y a la existencia. Para así entenderlo necesitamos olvidaremos de lo hiriente, de los odios, y recordaremos lo finito de nuestra existencia, la necesidad de comunión con el otro. Transcurriremos el sendero de la vida con amistad, cortesía, amor y respeto. Saber y practicar esta disciplina es comprender la vida, propiciando su victoria, no es un arte de los muertos sino de quienes estamos vivos.


El ceremonial, así mismo, optimiza y potencia el encuentro con los demás, no lo condiciona; hay ceremonial en las grandes celebraciones y ritos de la vida, pero también en lo cotidiano y sencillo de cada día. Es preciso tener presente que tanto sea en nuestra actividad privada o pública, siempre estaremos regidos por el ceremonial y debemos actuar en consecuencia.


Falso apoyo será apelar a él en fastuosas oportunidades, porque de nada servirá, seguramente quedará de manifiesto esa apelación; por el contrario, si es un hábito lo que corresponda nacerá y se demostrará naturalmente.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

@ProfesorGavalda

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page