ENTRE ESTRELLAS DE HOTELES Y HOTELES ESTRELLADOS
Primariamente, podemos clasificar a los establecimientos hoteleros de la siguiente manera:
1) por su dimensión pueden ser pequeños, medianos o grandes, esta relación está dada por la cantidad de habitaciones con las que cuenta;
2) según la estadía de los clientes, resultando ser comerciales aquellos dirigidos a personas y turistas de paso, ó vacacionales donde los clientes son personas que permanecen hospedados allí en promedio más de una semana; 3) según su operación pueden ser llamados permanentes cuando trabajan durante todo el año, ó de temporada, es decir, cuando abre sus puertas en cierta estación del año;
4) por último resulta clasificarlos por su emplazamiento, dependiendo del lugar geográfico donde se ubique, montaña, playa, ciudad, etc.
Puntual y folklóricamente los hoteles son rotulados o “clasificados” en cinco categorías representadas por estrellas:
1 estrella: categoría cuarta (pueden tener baño compartido) 2 estrellas: categoría tercera (se ofrece exclusivamente la habitación con baño) 3 estrellas: categoría segunda (sin servicio de bar, centro nocturno, tintorería y piscina). 4 estrellas: categoría primera (tiene el mismo servicio que el anterior con excepción de las áreas de deportes. 5 estrellas: categoría lujo (las habitaciones tienen teléfono, baño privado, agua caliente, aire acondicionado, tv, conexión a Internet, estacionamiento, restaurantes, cafeterías, bares, centros nocturnos, lavandería, tintorería, piscina, áreas para deportes, spa, gimnasio, centro de compras, salones para fiestas y convenciones).
Estas “estrellas” no son concedidas una entidad hotelera por sobre todas ellas, como quizás antiguamente lo era la Orden del Cordon Bleu, prestigiosísima corporación francesa que ha quedado reducida en plaza a un centro de capacitación hotelero gastronómico, sin mayor autoridad. Recuerdo que la distinción del Cordon Bleu la tiene únicamente en Buenos Aires el antiguo hotel Plaza de la zona de Retiro a instancias de quien fuera el representante de la Orden en Argentina hace algunas décadas, mi querido amigo el Sr. Prof. Eduardo Alberto Cuneo de Osorio (q.e.p.d.).
Hoy lamentablemente debemos reconocer que las estrellas no se conceden como reconocimiento a la calidad de un hotel y mucho menos a la cortesía y manejo del ceremonial y protocolo por parte de sus empleados. La industria de la hospitalidad tiene mucho de albergue pero poco de cortesía.
Las estrellas de un hotel son establecidas motu proprio por la misma empresa o particular que lo explota y con suerte será o estará bajo las reglamentaciones del gobierno local en donde este emplazado.
Las estrellas no son iguales en todo el mundo, hasta en la misma Europa varían de kilómetro en kilómetro: un hotel 2 estrellas de Roma tiene una paridad con uno de 3 estrellas en París.
Precaución al momento de contratar un hotel, mas si nos basamos en portales y puntajes en sitios “especializados” en donde muchas veces ellos mismos suben engañosas imágenes y propuestas acompañadas de sonoros comentarios de dudosa procedencia. La experiencia cuenta y hace la diferencia como así mismo la recomendación de quienes ha vivido in situ cada realidad.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
Vocal de la Asociación Argentina de Protocolo
@rubenalbertogavalda
