LA IMPORTANCIA DE NUESTRA IMAGEN INTERIOR
Ayer iniciábamos un breve análisis sobre la imagen exterior, sustancial e importante sin lugar a dudas, pero que deberá ser corroborada, ratificada y exaltada por lo excelso de nuestra imagen interior. ¡Sí!, nuestro interior debe ser tan o más bello que la apariencia exterior. Vivir y celebrar la vida a través del ceremonial y el protocolo no nos hace personas frívolas o pacatas, por el contrario.
El modo de ser depende obviamente de la personalidad de cada uno. Este modo trabaja permanentemente sobre nosotros mismos, expresándose básicamente en la seguridad y la pertinencia. Seguridad en uno mismo, será el aplomo necesario, para lograrlo trataremos de saber cómo somos introspectivamente, buscando desarrollar una autocrítica constante que nos lleve a expresiones de naturalidad. La impertinencia y el tacto nos invitan a no cometer torpezas e indiscreciones, tanto en el decir como en el hacer. Tengamos siempre presente que con tacto podremos alcanzar una correcta expresión que no moleste.
El modo de actuar, por su parte, representa la interacción con el mundo, afectando la civilización y la sociabilidad, ésta es una faceta que no tolera la improvisación e invita a saber desarrollar tres puntos centrales: 1) la empatía, interesándose por los demás, no tan solo por uno mismo, generando siempre simpatía, 2) ser cortes, amable y positivo: descubrir el poder de la sonrisa, evitando la solemnidad por sí sola; 3) ser riguroso y puntual para estar siempre donde se nos espera, en el momento oportuno, analizando su acción antes de iniciarla.
La cortesía y la buena educación reflejan la calidad de vida de una persona.
Tengamos particular cuidado al demostrar nuestros sentimientos; carecer de este dominio puede llevarnos a situaciones desfavorables, como por ejemplo estallar en una sonora carcajada. Aprendamos a desarrollar serenidad, siendo apacibles y sosegados, transmitiendo paz y equilibrio emocional. Ser discreto es quizás uno de los valores más importantes.
Una imagen externa auténtica necesita de una imagen interna positiva. Debemos preocuparnos por construir una imagen interna positiva, antes de mejorar nuestra imagen personal externa. Tal como el cuerpo comunica a través de síntomas cuando está enfermo, del mismo modo, la imagen es el reflejo de su interior, de su sano equilibrio.
El éxito se genera en nuestro interior, la vida necesita que actuemos para ser favorecidos.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
@ProfesorGavalda
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