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PROMESAS QUE NO SON JURAS, JURAS QUE NO SON PROMESAS.


El ceremonial y el protocolo en general, y el nacional argentino en particular, sufren desde la década del ´80 un vertiginoso debacle que, iniciado como una "democratización" de sus expresiones, hoy han llegado a un grave desorden de formas y modos.


El tema se agrava en un país donde cada uno hace lo que quiere sin que nadie marque lo contrario y en donde el individualismo horada la vida de comunidad minuto a minuto.


En ese alarmante marco, las "juras" de toma cargos públicos, son una expresión cada vez peor.


El evangelista Marcos dice "yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies" ergo no corresponde jurar por Dios sino prometer por Dios; y si la fórmula quiere mantenerse será correcto decirla así: "juro ante Dios".


El juramento debe ser tomado por la autoridad competente con una fórmula acordada previamente, es decir: estableciendo ante quién o por qué valores se prometerá algo.


Es incorrecto agregar sorpresivamente motivos mundanos en este breve protocolo. Hacerlo marca un camino de intención de un perjurio superficial, vano y sin sentido lógico, amén de ser arista visible de un comportamiento individual que resulta contradictorio con el compromiso hacia el bien común que busca el rito.


Y al momento de hacerlo debe colocarse la mano derecha sobre aquel elemento que es símbolo de porque o ante quien se hace.


¿Cómo cambiar el caos de expresiones que vemos y padecemos? pues bajo y por la misma autoridad que reviste quien toma el juramento, repitiéndole una y otra vez la formula pautada hasta tanto se respete el protocolo asumido y conteste "si prometo" o "si juro" y nada mas.


Y si bien la corrección fraterna debe hacerse en privado, quien transgrede la norma públicamente podrá ser reprendido por el mismo medio e "in situ" en virtud de la grave ofenda producida. Solo con respuestas de este tipo podremos revertir el pandemonium protocolar en el que vivimos.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro Presidente del Instituto CAECBA

Miembro Fundador de la Asociación Argentina de Protocolo

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