HIMNO NACIONAL ARGENTINO: Reflexiones acerca de la falta de respeto al Símbolo Patrio
La falta de respeto, desinformación y agravio hacia los Símbolos Nacionales parecen ser una constante en la sociedad moderna, especialmente en nuestro país donde casi a diario se desconocen cuestiones elementales acerca del tratamiento, lugar que deben ocupar y factura de estos símbolos o las diferencias que identifican y definen de nuestras fechas patrias.
Pero hoy 28 de mayo Día Nacional del Ceremonial, nos referiremos al ultraje configurado días atrás cuando apareció un video en redes sociales donde se modificaba la letra de nuestra Máxima Canción Patria, el Himno Nacional Argentino
Haciendo un poco de historia recordemos que la Asamblea del año XIII, encargó su letra al otrora diputado ante la misma Vicente López y Planes. En la sesión del 11 de mayo de 1813 fueron aclamados los versos presentados por el poeta, encargándose la composición de su música al maestro Blas Parera, entonces primer músico del Coliseo de Buenos Aires.
Todo lo referente a su entonación, ritmo, melodía, letra y su adopción como Símbolo Patrio, se encuentra reglamentada en los artículos 6° y 7° del Decreto del PEN 10.302 de 1944. Sumamos a todo lo dicho la inalterabilidad de un símbolo nacional, la cual no admite duda alguna a más de su vulneración y/o ultraje estar tipificada en el Código Penal Argentino.
Pero vamos más allá. Además de las consideraciones expresadas y de quedar clara la inalterabilidad de cualquier Símbolo Nacional su música, de estilo rossiniano y mozartiano en boga en la época, así como la letra, de gran contenido épico y moral, no dejan dudas de su universalidad, representando cabalmente nuestra historia y tradiciones.
Solo por mencionar algunas particularidades acotamos que nuestro Himno comienza con un vocativo que llama a un interlocutor, “¡Oíd, mortales, el grito sagrado!”, invocando a la libertad en una reduplicación, “Libertad, libertad, libertad”. Ahora bien, entendemos como “mortales” a todos los habitantes del planeta y a la “libertad” como un bien supremo inherente a todos los seres humanos. Mientras que en los pasajes finales nos recuerda “Coronados de Gloria vivamos. / O juremos con Gloria morir”, potenciando la idea de vivir con gloria y morir con honor. Estimamos no existen términos más inclusivos que estos.
Para concluir, solo nos resta desear que reinen la cordura y la sabiduría para poder hacer luz en la noche del desquicio y la ignorancia.
Prof. Arnaldo I. A. Miranda Tumbarello
Vicepresidente del Centro de Altos Estudios en Ceremonial de Buenos Aires
“General don Manuel Belgrano”
www.caecba.com
