top of page

LAS BANDERAS NO SON ELEMENTOS DECORATIVOS DE ESTRADOS


La imagen que ilustra el pensamiento de hoy fue tomada en el año 2016 en un Palacio de Justicia de una provincia argentina. La convoco ante la pantalla que está mirando para ilustrar los principios protocolares vexilológicos que seguidamente argumentaré.


No persigue este artículo crítica destructiva alguna, sino por el contrario, pretende ser un humilde aporte al decoro y respeto que debe prestársele a los Símbolos Patrios en general y a las Banderas en particular, no sólo porque el ceremonial así lo determina, sino porque estos paños sagrados plasman un sentir y representan a un grupo de personas que merecen todo nuestro respeto y consideración.


Detallo:

1) Las Banderas NO son elementos decorativos de presidencias de eventos, así pensarlo y así disponerlo ofende la representatividad misma del Símbolo.

2) El registro vexilológico adecuado a implementar exige no tan solo contar la cantidad de Banderas a emplazar sino, y lo que es principal y sustantivo para su protocolo, tener en cuenta la precedencia de cada una y entre ellas.


Sobre lo que vemos en la fotografía digo:

a- Si se pretende colocar Banderas en el centro métrico del estrado, éstas deben estar elevadas –al menos- un metro del nivel del piso, de modo que ningún conferenciante o similar les dé su espalda.

b- Si bien las Banderas son tres, las mismas son de dos precedencias distintas y diferentes: dos Pabellones y una bandera histórica. Dos perros y un gato en un mismo lugar, incorrecto.

c- La altura de las astas y sus puntas como así mismo la calidad y tamaño de las banderas deben ser iguales. La única diferencia entre ellas estará demarcada en el emplazamiento de las mismas.


Quienes fueron mentores y ejecutores de la Ley Nº27.134/2015 (Bandera Nacional de la Libertad Civil), han cometido el mismo yerro que aquellos legisladores que otrora sancionaron la Bandera de la Provincia de Buenos Aires. Mandan emplazamientos aislados sin contemplar el orden correcto a observar cuando concurren en el acto otros símbolos extranjeros.


A falta de luz ante el tema, el Ministerio del Interior pasado y actual no reglamenta las disposiciones del Congreso y todo converge en un caos protocolar en donde igualamos perros y gatos, y en donde los supuestos “ceremonialistas” que deben actuar para enmendar las equivocaciones voluntarias o involuntarias, nadan en su ignorancia más supina.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Presidente del Instituto CAECBA

www.caecba.com

@ProfesorGavalda



Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page