top of page

NUESTROS TEMAS DE CONVERSACION


Hablamos mucho y decimos poco, porque entre otras razones, no tenemos temas de conversación, ¡es cierto! y cuanta pena provoca no tener de qué hablar como así mismo no tener qué escuchar. Por ello, hoy le propongo, estimado lector, analizar y autoevaluarnos en el qué decimos y cómo lo decimos. Hablar es un arte que debe aprenderse, mas allá de utilizar inconscientemente el órgano fonador que nuestro buen Dios nos dio para comunicarnos.


El ceremonial tradicional dirá que en reuniones como comidas, por ejemplo, es mejor no hablar de ciertos temas escabrosos: religiones, deportes, política, enfermedades, etc. entonces ¿de qué hablar?. Este humilde profesor piensa que en éste tercer milenio circunscribir los diálogos (y no monólogos) a viajes, joyas, artes, etc. -que se puede lógicamente y en buena hora- pero tratar sólo de ellos, puede hacernos caer en frivolidades carentes de sentido. Y el ceremonial está muy lejos de ello.


Recomiendo hablar de todos los temas posibles y que puedan llevarse con adultez y mesura, únicamente no traeremos en la conversación temas de enfermedades –porque alguien puede sufrirla o la padeció directa o indirectamente-, ni de ausentes –que no pueden defenderse-, ni consultas gratuitas a profesionales presentes; luego todo tema estará permitido, con ciertos cotos, y sin que presentarlos y defenderlos trasgredan los buenos hábitos comunicacionales.


Es dable también tener en cuenta que cuando están reunidas varias personas, no se deben hacer apartes que rompan la conversación. Ni hablar de temas que ya están iniciados antes de que llegara uno de los presentes, sin poner previamente, y de modo breve, a éste en antecedentes.


En las comidas debemos hablar primero con el comensal de la derecha y luego con el de la izquierda, alternando consecuentemente y amenizando con ambos. Nunca dirija la palabra a un superior si éste no le hablo primero, la impertinencia es una falta grave que solo se pule con roce social. Y si no tenemos roce social, como decían nuestros mayores, nos enfrascaremos en un temario doméstico que no brillará mucho aunque parezca muy simpático, como por ejemplo, cuando vienen visitas a casa las que únicamente mencionan las destrezas de sus animales. De futuro, anhelos, proyectos, sensaciones, inquietudes ya casi nadie habla frente a frente. Las familias agravan estos malos o carentes hábitos con un televisor o celular en la mesa. Los emoticones nunca reemplazarán el rostro expresivo de un amigo, compañero o familiar y si lo han hecho es síntoma que el tema es mucho más grave de lo que pensamos o decimos.


Para ser un buen conversador deberíamos:


Escuchar con comprensión; alejar la intransigencia y la indiferencia insultante que muchas veces nos invade; no estar al acecho para cortar el hilo de la conversación. Podemos interrumpir y hacer una observación, pero con oportunidad y de vez en cuando.


Resulta molesto y grosero no parar de hablar, impidiendo que intervengan los demás; el que habla debe dar la sensación de que quien escucha es un personaje importante para él; la sonrisa, el ademán y la mirada expresiva, son tan importantes como las palabras.


No pongamos en primer término el yo y los propios problemas, o cuestiones que solo a nosotros pueden interesar. Así mismo tratemos de no dar consentimientos a otros sobre chismes, murmullos y calumnias, ni que se mencione aquello que pueda mancillar el honor de los demás. Guardaremos los secretos que nos hayan confiado, y deberemos aprender a cambiar un tema de la conversación cuando se aborden cuestiones inoportunas, claro está con cortesía y diplomacia.


HAY QUE DECIR LO QUE SE PIENSA, PERO SE DEBE PENSAR LO QUE SE DICE. Por último cuidemos nuestro vocabulario, no lo empobrezcamos, que ya hay demasiado pauperismo. El glosario que manejamos define quienes somos, no lo olvide.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro Presidente del Instituto CAECBA www.caecba.com @ProfesorGavalda

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page