SOBRE LA ETERNA POLÉMICA EN TORNO AL TRATAMIENTO DE LOS SÍMBOLOS PATRIOS.
En materia de Símbolos Patrios, Argentina, atraviesa aún luego de su Bicentenario vicisitudes y disparidades en la expresión de sus emblemas que deberían ser subsanadas a través de la sanción de una ley integral de Símbolos Patrios. Gran deuda que aún el Congreso Nacional mantiene con todos nosotros.
Pues bien. En este marco llegan a mi conocimiento permanentes consultas de docentes desorientado sobre qué es lo que debiera hacerse. La fotografía que ilustra este pensamiento muestra tres Banderas en el centro métrico del escenario. El acto, por el día del maestro, sucedió hace unos años un 11 de septiembre en la Provincia de Entre Ríos.
Tomo este ejemplo para considerar lo siguiente:
Los principios o reglas de protocolo llamadas de derecha y de alternancia, solo pueden darse en el centro métrico del área presidencial (la que mira de frente al publico o concurrencia), colocando en el centro a quien preside, a su derecha la primera precedencia (precedencia no es presidencia) y luego a la izquierda la segunda. Por consiguiente la imagen que vemos es incorrecta en un ciento por ciento. Debió estar en el centro métrico la Bandera Nacional, a su derecha la Provincial y a su izquierda la Municipal.
Los alumnos se ubicaron correctamente pero el “agente de ceremonial” local los hizo moverse y poner mal en la forma vista. Desconozco quien fue el formador o mejor dicho el deformador del ceremonialista.
Pero el tema no quedó allí sino que se agravó ante la entonación de la Marcha Provincial y el Himno a Sarmiento. ¿Qué sucedió?: el Pabellón no estuvo en cuja y las demás Banderas sí. Inspector molesto por lo sucedido lo manifestó y argumentó al protocolo vigente en la Provincia (*).
Es evidente que este protocolo provincial, de riguroso cumplimiento en Entre Ríos, en parte contradice el ceremonial consuetudinario del tratamiento de Símbolos Patrios, y no es el único caso.
Entiendo que no haber subido a cuja la Bandera Nacional ante una marcha provincial y ante un “himno” a un prócer es correcto. Por consiguiente las tres Banderas debieron quedar en posición de descanso. Elevar las dos Banderas de menor precedencia por sobre la Nacional implicó una falta de respeto y consideración al máximo símbolo, amén de descalificante, quedando por sobre ella en una discordante situación.
Los ceremonialistas insistimos en el decoro y adecuado tratamiento al Pabellón: no darle la espalda, no comer delante de ella, no inclinarla ante nadie ni ante nada, no doblarla y no poder ningún otro símbolo por sobre ella, como sucedió lamentablemente en este caso.
Cada vez más nuevos ejemplos demandan una ley integral de Símbolos con su correspondiente protocolo. Única instancia que hará tratar los Símbolos de manera uniforme en toda la extensión de la Patria.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda
