CATALINA DE MEDICI UNA VERDADERA MAESTRA DE CEREMONIAL
La gran “reina política” de los franceses fue una verdadera Maestra de Ceremonial. Los festivales cortesanos que organizaba Catalina de Medici resultaron una serie de lujosos y espectaculares entretenimientos, a veces llamados "magnificences", magnificencias del siglo XVI.
Siendo reina consorte de Enrique II de Francia, Catalina se mostró interesada en las artes y el teatro, pero no fue hasta que alcanzó el verdadero poder político y financiero como reina madre que comenzó la serie de torneos y diversiones que deslumbraron a sus contemporáneos y aún siguen fascinando.
Estos espectáculos, de un notable gasto económico para la corona, no fueron más que un estupendo plan de relaciones públicas que produjo en el país galo el desembarco del rey sol y su lujoso palacio de Versalles. Sitio que hoy seguimos admirando.
La reina Catalina, notable creadora y excepcional artista, apeló a la mitología y transformó a la corte en un show que debía observarse y admirarse permanentemente. Aprendió de su suegro, el rey Francisco I. Aquel rey aseguraba que la corte debía ser físicamente activa y constantemente entretenida. La reina mantenía a sus súbditos lejos de las intrigas palaciegas y ocupados con juegos y diversiones. Pan y circo.
Catalina introdujo gradualmente cambios en el ceremonial, cambios que derivó en un nuevo protocolo: prohibió la pesada inclinación entre otros ceremoniales. Dio tanta importancia a la danza en los shows que produjo como resultado, los “ballets de cour”, una distintiva forma de arte.
Catalina de Médicis introdujo el abanico en Francia; introdujo en los banquetes nuevos platos, entre ellos la trufa, como así mismo la utilización de diferentes especias de Oriente.
Notorio es el haber introducido en la corte francesa el tenedor, pero la mala fama de este utensilio, reservado exclusivamente a las clases más altas, lo hizo quedar en segundo plano frente a comer con las manos, su inclusión llega luego en el siglo XVIII. No obstante ello nacía con Catalina el refinamiento en el arte de comer.
El encanto natural y fascinante de la corte francesa fue heredado de la corte de los Medici primero con María y luego con Catalina; sin olvidar a su fino descendiente y padre de la etiqueta francesa Felipe de Orleans, quien fuera llamado “doctor en etiqueta” como lo testimonia el duque de Saint-Simon en sus memorias.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
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