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LA DECORACION DE NUESTROS HOGARES EN NAVIDAD. SU SIMBOLOGÍA Y EL VERDE SU COLOR PRINCIPAL


El primer domingo de adviento, comenzamos a preparar nuestro hogar en general y nuestro corazón en particular para la gran fiesta de la Navidad.


Desde la corona de la puerta de entrada (símbolo de esperanza continua e ininterrumpida expresada en la forma “sinfín”) hasta los centros de mesa, son muchos los detalles que alegran la casa y le dan el toque navideño. Los adornos originales de manzanas se cambiaron por esferas, y las velas por focos que representaban la alegría y la luz que Jesucristo trae al mundo.


Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante éste periodo de adviento. Las esferas azules son oraciones de arrepentimiento, las plateadas, de agradecimiento, las doradas, de alabanza y las rojas de penitencia.


Se acostumbra poner en la punta del pino una estrella, ella representa la fe que debe guiar nuestras vidas. También se suelen poner adornos en el árbol de diversas y variadas formas, estos simbolizan las buenas acciones y sacrificios, los “regalos” que le daremos a Jesús en la Navidad.


Para aprovechar la tradición, habría que enseñar a los niños el motivo y simbolismo de adornar el árbol durante todo el tiempo del adviento, elaborando sus propias esferas (24 o 28 dependiendo de los días que tenga el adviento) y acompañarlas con una oración o un propósito en cada una, y conforme pasen los días las irán colgando en el árbol de Navidad hasta el día del nacimiento de Jesús.


Ápice aparte merece detenernos con especial atención a ciertos elementos frecuentemente convocados en Navidad y que generalmente desconocemos su origen, hoy me referiré a dos de ellos.


El primero es el muérdago: símbolo de fertilidad que siempre permanece verde en el norte invernal, es una planta parasitaria (crece en otras) que trae buena suerte y, supuestamente las parejas que se besan debajo de él seguirán enamoradas para siempre.


El segundo los colores incorrectos que utilizamos en ésta época: es costumbre desde finales de 1930 asociar el color rojo a la Navidad, nada más lejano al sentido y espíritu redentor del nacimiento de Cristo. ¿Por qué? Pues bien, explico: entendemos como sinestesia al valor atribuido a los colores, fue el papa Inocencio III el Pontífice que esbozó el uso de los colores litúrgicos que utiliza actualmente en las celebraciones de la Iglesia y que luego con posterioridad al siglo XIII comienza a asociarse mensajes a través de ellos, por lo que resulta que decimos y asociamos al blanco pureza, al rojo pasión, etc. Entonces si Cristo trae esperanza con su nacimiento el color predominante de la Navidad es el verde y no el rojo, pero claro, la bebida cola multinacional que patentó al “papa Noel” lo vistió con sus colores corporativos, y nosotros desprevenidos fieles consumidores de masividad lo trasladamos a nuestras casas invitados directa y/u obligados indirectamente a hacerlo.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Presidente del Instituto CAECBA

www.caecba.com

@ProfesorGavalda


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