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CONDECORACIONES: CONCEPTOS GENERALES BÁSICOS


Los pueblos siempre distinguieron al vencedor. No cabe duda.


Existieron en Roma testas adornadas con coronas y laureles, medallas y ceremonias mayores era discernidas por el Senado, son ejemplo de ellas “el Triunfo” y “la “Ovación". En la actual Italia algunos estudiantes se gradúan “cum laude”, es decir, con honores. Laurea es la titulación del primer ciclo de estudios universitarios, siendo muy simpático ver en las calles de la península jóvenes con laureles en la testa en forma de corona, en homenaje al destacado y a su pasado glorioso.


En tiempos cristianos, desde el siglo VIº con San Benito (ora et lavora) surgen las órdenes religiosas sujetas a estrictas normas de conducta, que se perfeccionarían con la aprobación del Papa en 1287 de la regla estricta de la Orden de los Agustinos.


Le suceden los Templarios, los caballeros del Santo Sepulcro y muy especialmente la Orden del Hospital de San Juan, llamada luego simplemente como Malta, con un carácter religioso-militar.


Desde el siglo XVIº las órdenes militares-religiosas se fueron extinguiendo o terminaron cayendo bajo la influencia o el dominio de los reyes. De allí pasaron por analogía a los sistemas de gobierno democráticos, quienes las adoptaron.


Las órdenes al merito, también denominadas igualitarias, beneméritas o democráticas, son instituidas por los países que desean recompensar en alto grado méritos los personales de sus ciudadanos o extranjeros. Han sido mundialmente adoptadas para premiar el desempeño de relevantes servicios en el campo de la ciencia, la cultura, la política, las artes y las letras.


El otorgamiento de las órdenes no acuerda privilegios ni honores específicos – tal como acontece con las nobiliarias-, siendo requisito para ingresar y permanecer en ellas el conservar una moral y una conducta intachables. Quebrantar estas normas comporta la cancelación del estado recipiendario caballeresco y el uso de las insignias.


Las condecoraciones nos hablan de los méritos de quienes las ostentan. Ellas realzan el curriculum vitae de cualquier persona. Las órdenes o condecoraciones pueden ser oficiales (dadas por los diversos gobiernos, por ejemplo la Legión de Honor del gobierno francés); dinásticas concedidas por Casas Reales reinantes o ex reinantes, por ejemplo: la Ordo Bonaerensis de la Casa Toulouse-Gévaudan y la Orden de San Mauricio y San Lázaro de la Casa de Savoia y las llamadas privadas, es decir, las otorgadas o concedidas motu proprio por instituciones legalmente habilitadas, por ejemplo la Orden meritocrática, honorífica y civil de la Flor de Lis, concedidas por el Instituto CAECBA a ceremonialistas destacados y la Distinguida Orden del General Manuel Belgrano, concedida por la Academia Belgraniana de la República Argentina.


Las condecoraciones en general, tienen seis grados (pueden tener menos pero nunca mas): collar, gran cruz, gran oficial, oficial, comendador y caballero. Las mismas con el paso del tiempo han incorporado a sus filas a las damas, quienes han sabido tener gran protagonismo en ellas.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro.

Presidente del Instituto CAECBA

@ProfesorGavalda


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