EL INCORRECTO “LENGUAJE DE CUBIERTOS”
- Instituto CAECBA
- 14 may 2021
- 2 Min. de lectura

Desde hace un tiempo quiero escribir algo sobre esta salvaje deformación del ceremonial y del protocolo, originada en no sé cuál cabeza trasnochada que difundió y difunde un “lenguaje de cubiertos” -sui generis- totalmente incorrecto, infundado y tergiversado por donde se lo mire, que indigna a cualquier persona culta y respetuosa de las tradiciones y costumbres consuetudinarias que provienen de años y que nos fueron positivamente legadas.
La “viralización” por internet de estas imágenes con pretendida justificación, es desmesurada y poco feliz, pudiendo engañar a cualquier persona con recta intensión de optimizar su refinamiento social, pero el colmo llega a través de supuestas “escuelas de ceremonial y protocolo”, “foros de ceremonialistas”, “grupos de estudiantes de ceremonial” y un largo etcétera que difunden, propagan y elevan exponencialmente aún más esta nueva forma de barbarie e ignorancia cultural.
Hace un tiempo, cuando regresaba de compartir una clase de ceremonial con alumnos del Instituto CAECBA, llegó a través de mi teléfono móvil el comentario de un tocayo, seguidor del presente portal, quien tuvo como faro de su educación social a don Juan de Chikoff y luego a su hija, mi querida Amiga doña Eugenia, quien inconscientemente me impulso a la reflexión que ahora está leyendo.
Lo hizo con, entre otras, las siguientes palabras (le pido permiso público estimado amigo para publicarlas): “…me asalta una gran duda, hace un tiempo circula por la red un idioma de cubiertos que me sorprende un poco, ya que en ninguno de los textos que he leído, apareció. En este idioma, sugieren posiciones de cubiertos, para decir si gusto o no la comida y otras consideraciones, ¿es esto correcto? Tenía entendido que la prudencia determina no hacer observaciones que molesten a los anfitriones…”.
Pues bien ante la sabia reflexión y análisis del lector respondí que tenía plena razón y que ese “lenguaje” era incorrecto y no corresponde; hoy lo ratifico y asevero públicamente. Tamaña improvisación, ligereza y audacia cibernética, atenta contra la cultura social, la mansilla y la blasfema. Ella, entre muchas otras, para ser justo.
Exhorto a no seguir difundiendo los errores protocolares que fagocitan las tradiciones, sino mas bien invito a subsanarlos en todo cuanto podamos. Vayamos a la fuente de cada cosa y aprendamos a discernir lo bueno de lo malo, lo cierto de lo inventado, lo justo de lo contrario.
Las columnas vertebrales en las que se apoya el ceremonial y el protocolo son tres: respeto, consideración y tradición. Respeto por los demás, no hacemos bien propagando infundios; consideración hacia uno mismo y hacia los demás, trasmitir fantasías como verdades, además de insultar nuestra inteligencia es un absurdo peligroso, mas en los tiempos paupérrimos que corren; tradición como hilo conductor de las códigos, modos y maneras que tomamos como válidas en la convivencia junto a los demás, en este caso en el “lenguaje de cubiertos” que dice lo incorrecto danto entidad a un lenguaje incierto, puramente tartamudo de toda lengua y comprensión.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda



















