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VICTORIA & ISABEL: DOS REINAS QUE MARCARON EL LUTO EN LA CASA REAL BRITÁNICA


Para occidente el negro ha sido el color elegido para el luto, convirtiéndose en un símbolo de duelo en el siglo XIX.


Este color ya era popular entre la gente adinerada durante la Edad Media, pero a partir del 1800 tanto en Europa como en América se afianzaron los códigos de vestimenta de luto, sobre todo para las mujeres, reforzados por el auge de las publicaciones femeninas, así como por la existencia de ropa más accesible. Harper's Bazaar, por ejemplo, aconsejaba en 1868 que sus lectoras aspiraran a una "sencillez de monja".


Pero las Reinas europeas, siempre bregaron por dejar su impronta en el tiempo de la historia en que les tocó coronar su testa, así María de Escocia impuso el “luto blanco” tal cual lo testimonia un cuadro pintado luego de perder a varios miembros de su familia en el siglo XVI. Con este precedente ante la muerte de Cecilia Nina Bowes-Lyon, Condesa de Strathmore y Kinghorne, abuela de la actual monarca británica, su hija a la que todos conocimos en el siglo XX como la Reina Madre honró el fallecimiento de su progenitora con un vestido blanco diseñado por Norman Hartnell.


Pero nadie tuvo más influencia en el atuendo de luto que la reina Victoria. Tras la inesperada muerte de su marido, el príncipe Alberto, en 1861, la monarca expresó públicamente su gran dolor vistiendo de negro todos los días durante cuatro décadas hasta su propia muerte. Fue Victoria quien contribuyó a codificar los matices de la moda del luto, manteniéndose en ese estado permanentemente, por lo que fue conocida como la "viuda perpetua".


La eterna muestra de dolor de Victoria no fue muy popular entre sus súbditos, ya que fomentó un código de vestimenta muy rígido. Con el paso de las décadas la etiqueta fue suavizándose, pero la influencia su influencia sigue presente en los períodos de luto reales modernos, desde los colores austeros hasta la rígida adhesión a los códigos de vestimenta.


Su tataranieta, la actual soberana Isabel II, impuso una nueva norma a partir del fallecimiento de su padre el rey Jorge VI, estipulando que todos los miembros de la familia real británica deban llevar consigo, entre sus atuendo, uno negro cuando viajan lejos de su residencia habitual. Esto se debe a que si otro miembro de la familia fallece mientas están afuera, puedan regresar al Reino Unido de luto, evitando así aquella situación incómoda que ella misma tuvo que atravesar cuando el personal real tuvo que traer su ropa de luto a bordo del avión antes de que Su Majestad desembarcara en aquel fatídico regreso en febrero de 1956.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro Presidente del Instituto CAECBA @ProfesorGavalda




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